Cap. 6 No me lo perdonare jamas

No podía creer lo que le habia hecho a Seth, las lagrimas se empezaron a desbordar de mis ojos sin control cada vez sentía que vivía ese momento uno más intenso que el otro, no sabía que le podía pasar. Necesitaba respuestas:



-Carlisle, no le va a pasar nada ¿verda?- le pregunte con un punto de histeria pero no lo noto



-No lo sé- esas palabras no me gustaban mucho- pude ser que no le afecte en nada... solo hay que esperar-eso me hizo estallar



-¿Esperar?¿Esperar qué? Sabes esto no me lo perdonare nunca...¡NUNCA!- dije casi gritando y hacia un esfuerzo por liberarme de los brazos de mi papá


-Rose, amor no te preocupes por mi, voy a estar bien- dio un paso inseguro hacia mi


Carlisle le hizo una seña a mi papá para que me soltara, cuando por fin me libero corrí hacia donde estaba Seth lo abrace y le di un beso para tratar de olvidar lo que paso pero me aparto de él:


-¿Qué pasa?- pregunte algo extrañada


-Me llaman, me tengo que ir- me explico mientras se acercaba para darme un beso de despedida


Cuando se fue me fui a mi casa y me dormi, no se por cuanto tiempo fue tal vez por horas , me despertaron unos golpecitos en mi ventana, me asome y afuera estaba Seth. Baje desde mi ventana haciendo que cayera al suelo trate de aprochar el momentoy le di un beso dulce y apasionado pero él me quito de encima adivinando lo que tenia pensado:


-Rosett... en este momento no puede ser


-¿Por que no?¿Por que te acuerdas de la otra noche o porque estamos en mi casa en la cual hay 7 vampiros y dos semivampiras?


-¿No estbas dormida en ese momento- pregunto confundido


-No del todo, ahora respondeme- le exigi pero se levanto dejandome confundida, me levanto y me puso en su espalda, empezo a correr a toda velocidad- ¿A donde vamos?


-Ya veras- dijo con una sonrisa pícara, me fue dificil apartar la mirada de su rostro que se mostraba inexpresiva


-¿Como esta tu mano?- pregunte para oir su voz


-Esta bien la ponzoña no me hizo nada- dijo mientrasse le dibujaba una sonrisa - ¿Lista? llegamos


Me bajo y pude ver sin problemas una luminosidad en los arboles que se hallaban delante de mi, llegue al borde de aquel remanso de luz y atravesamos la ultima franja de helechos para entrar en ese lugar tan maravilloso, la pradera era un pequeño círculo de un blanco tenue:


-¿Te gusta?- pregunto con una sonrisa de oreja a oreja


-Me encanta- dije devolviendole la sonrisa- pero...¿Qué hacemos aqui?